ÉTICA 5°
Ambientación Escolar
LA LEY DE LA SELVA
Ratoncito no sabía por qué, pero siempre lo elegían a él. Casi no tenía amigos, porque como él se sentía pequeño e insignificante prefería dedicarse a lo suyo para no enfurecer ni decepcionar a nadie.
Pero daba igual, cada vez que llegaba a la selva un nuevo rey, él era el objeto de las burlas y los golpes. Gritar, correr, morder o insultar tampoco servía de nada, porque cuanto más lo hacía más disfrutaban sus agresores. Y aunque alguna vez había pensado en pedir ayuda a los elefantes, tenía miedo de lo que pudiera pasar.
Cierto día, mientras un gigantesco león estaba divirtiéndose a su costa agarrándolo por el rabo y girándolo como un ventilador, se soltó y salió volando por los aires. El ratón rebotó largo rato de árbol en árbol, bajando por la montaña, hasta quedar suspendido de una rama, ¡precisamente un par de metros por encima de otros dos leones! Ratoncito quedó inmóvil, sujetándose con su rabito a la rama con todas sus fuerzas para evitar ser visto. Lo que escuchó el pobre ratón colgado de aquella rama casi hizo que se soltara.
- Mira - contaba el antiguo rey- yo llegué a ser el rey después de llenar de miedo a todos. Tal y como me enseñó mi padre, busqué un animalillo miedoso y solitario, alguien sin amigos que no se atreviera a buscar ayuda, y lo castigué para mostrar mi fuerza y mi crueldad. Tuve suerte, porque en esta selva hay un ratoncillo perfecto para eso, que además llora mucho y se llena de rabia, así que también era muy divertido fastidiarle…
Ahora el ratoncito sabía que no lo elegían a él por mala suerte o por casualidad. Estaba claro, necesitaba nuevos amigos y aprender a controlar su miedo. Miró qué hacían los demás animales, aprendió que nadie hacía amigos dedicado a sus propios asuntos y con gesto triste, como solía hacer Ratoncito, sino mostrándose alegres, preocupándose por los demás y ayudándoles con sus problemas. Consiguió un aire más alegre tras horas de ensayo ante un espejo. Aunque no fuera muy rápido ni muy fuerte, su tamaño y su fino oído eran de gran utilidad para muchos otros animales.
Actividad 1. Elaborar el dibujo correspondiente a ésta narración, con el mayor número de detalles posibles, y abajo del dibujo, escribir una frase que resuma la enseñanza de la historia.
La empatía: estrategia (cuadro de emociones)
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